El museo a la calle

El Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) ha sacado 33 de las principales obras de sus fondos a las calles de Barcelona en forma de réplica. El proyecto “El MNAC toma la calle” estará en marcha hasta el 30 de noviembre. Esta institución, que recibe anualmente un millón de visitantes busca una forma de renovar a su público y a la vez mostrar la historia artística de Cataluña. La iniciativa, que se ha llevado a cabo junto a HP, coincide con el 75 aniversario del MNAC y el 25 aniversario de HP en España.
Se pretende crear un diálogo con la ciudad. Así, cuando se trata de obras relacionadas con aspectos y lugares concretos de Barcelona, éstas se sitúan en los edificios con los que tienen algún vínculo.

Uno de los objetivos principales de las instituciones museísticas es aumentar su número de visitantes. No hay duda de que una iniciativa de estas características puede ayudar a que el transeúnte sienta más cercanas estas obras y genere nuevos visitantes que decidan incluir el museo como una opción a tener en cuenta en su tiempo de ocio. Pero siempre hay recursos mucho menos visibles, de menos impacto en la prensa pero que podrían suponer un impacto directo en la creación de nuevos visitantes. Basta con echar un vistazo a  la página web de este museo para darse cuenta de tan sólo tiene entrada gratuita el primer domingo de cada mes y que su horario los domingos es de 10.00 a 14.30. El grueso de las visitas de la mayoría de los museos hoy en día las conforman los grupos, principalmente los escolares y éstas son de lunes a viernes. 

Y es que el nivel de autoexigencia con respecto a la responsabilidad de facilitar la difusión de los fondos y el disfrute de éstos por parte de los ciudadanos en este país deja mucho que desear. No imagino ningún establecimiento, negocio o institución que llevara a cabo una campaña de este tipo junto a una compañía importante para atraer clientes, visitantes...y dejara de lado algo tan importante como el horario de apertura. ¿Cómo puede competir el MNAC contra el centro comercial, el cine, el parque de atracciones, el zoológico? Obviamente no sólo el MNAC da la espalda a sus visitantes en este sentido. En la mayoría de los casos acceder a las actividades de didáctica se convierte en una opción sólo para los que leen la letra pequeña, el apoyo al visitante se limita a audioguias interminables sin ningún tipo de discurso ordenado y la acogida al visitante es un lugar frío, distante.

Muchas veces una se pregunta si esa distancia que separa al museo del visitante es el reflejo de la distancia del conservador, que con un  poco de prepotencia da a conocer una serie de objetos que parece que hablen por si solos. Recordemos que prácticamente la totalidad de los museos de este país se nutren de fondos públicos. Es decir, es un deber y una auténtica obligación hacer llegar al ciudadano las colecciones y todas las actividades que se deriven de ellas de la forma más cómoda y clara posible. No creo que haya comparación con ninguna otra institución pública que de la espalda al ciudadano tan descaradamente.